Azuara
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Azuara
Azuara es una localidad de la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón (España). Está situada en las estribaciones del Sistema Ibérico, a 603 m. s. n. m., enclavada en el cauce del río Cámaras, afluente del Río Aguasvivas, a tan solo 16 km de Belchite, a 13 km de Fuendetodos y 60 km de Zaragoza.
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Historia
Los Sedetanos, un pueblo íbero del siglo III a. C., junto con los belaiscos-bel, un grupo celtibérico de los siglos III y II a. C., fueron los habitantes originales de la región de Azuara. La población más destacada de esta área era Beligiom, ubicada en Azuara. Aunque actualmente se encuentra sepultada, el sitio arqueológico de Beligiom yace en la margen derecha del río Cámaras, en la zona conocida como Piquete de la Atalaya.
Múltiples investigaciones han concluido que Beligiom ostentaba un papel sumamente significativo, albergando hasta 10.000 residentes en su apogeo. Además, la ciudad tenía su propia moneda de bronce y plata en circulación, un rasgo distintivo que la coloca en una posición elevada en los análisis de la jerarquía urbana basados en la numismática. Una variada colección de objetos hallados en el lugar, que incluye utensilios cotidianos, Kalatos, equipamiento militar como cascos, monedas, entre otros, se exhiben en el Museo de Zaragoza.
Alrededor del año 93 a. C., el Imperio Romano, que ya se había consolidado en el Mediterráneo desde el siglo III a. C., llegó a esta Azuara. En este contexto, la ciudad de Beligiom es conquistada y devastada por las fuerzas de Cneo Pompeyo, durante las guerras sertorianas. Los habitantes de la ciudad se vieron obligados a adaptarse al estilo de vida romano. Es muy probable que muchos de ellos fueran trasladados como mano de obra a las nuevas ciudades que Roma estaba estableciendo en la Península Ibérica. En este período (entre los años 15 y 19 a. C.), se funda Caesaraugusta como una de estas ciudades.
No obstante, no toda la actividad se centró en la vida urbana. En Aragón, se han descubierto numerosos asentamientos que se dedicaban a la agricultura y la cría de ganado. Estos asentamientos contaban con lujosas y amplias residencias llamadas «Villae», que exhibían elementos de gran belleza y diseño. Un ejemplo ilustrativo es el Yacimiento arqueológico de La Malena, datado entre los siglos III y V d. C., que alberga una de las más exquisitas colecciones de mosaicos en toda España. Estos mosaicos son un testimonio elocuente de esta época y estilo de vida en la región.
Después de la conquista cristiana, se estableció la Villa de Belchite, con el propósito de impulsar la repoblación en la región a través de la instalación de campesinos-soldados y comunidades mudéjares. Esta medida contribuyó a reactivar el área. El territorio quedó dividido en tierras de propiedad real y señoríos, tanto eclesiásticos como laicos. En este contexto, Azuara se unió a la Comunidad de Aldeas de Daroca, siendo parte de la sesma o distrito de Trasierra desde el año 1248.
Como testigo de una época caracterizada por numerosos conflictos durante la reconquista cristiana, subsisten en Azuara vestigios importantes: parte de la muralla original y la iglesia fortaleza dedicada a Nuestra Señora de la Piedad, construida en el siglo XIV. Estos elementos arquitectónicos son un recordatorio tangible de ese período histórico y de la evolución de la localidad a lo largo de los años.
A pesar de la adversa situación económica que afectará desde el siglo XIV a la zona, el final de la Edad Media y la época moderna constituirán uno de los momentos de esplendor artístico y cultural.
El siglo XVIII marcó en la región un período de revitalización económica que, en consecuencia, conllevó un aumento en la población residente. No obstante, este crecimiento demográfico tuvo un impacto adverso en los pequeños propietarios, ya que se tradujo en un incremento de sus deudas.
Comenzó el siglo XX con la línea de ferrocarril Utrillas-Zaragoza (1904-1966) que recorrerá la zona de norte a sur; la estación de Azuara estaba ubicada en el punto kilométrico 81,292.
Y el 18 de julio de 1936 una parte del ejército se sublevó contra el gobierno democráticamente elegido, sumiendo al país en una cruenta Guerra Civil (1936-1939) que subyugó a Azuara y a toda España bajo un poder dictatorial durante 40 años.
Toponimia
Debemos a los árabes tanto el asentamiento actual como su nombre: en nuestro imaginario, Azuara es la Ciudad de Gualdrapa, un término que los árabes emplearon para referirse a la ciudad del río de las piedras.
Según el profesor Federico Corriente, Azuara proviene del nombre de una tribu bereber, mientras que el historiador Antonio Ubieto sitúa su origen en el nombre «Zoara», con una posible fecha de 1192. Todas estas variantes derivan de «Al-Zuayra», que significa «la bella», y podría haber sido el nombre de una hija de Abderramán III, posiblemente enterrada en esta región. El apellido Azuara se encuentra documentado en Vizcaya en 1353 con el significado de «lugar de piedras o pedregoso», lo que se relaciona con la denominación Ciudad de Gualdrapa.